domingo, septiembre 21, 2014

El OVNI de Moloñewe, Mi propio "Ovníptero"

La foto fue tomada por mi hijo Juan Jorge Faundes Peñafiel, abogado, el 27 de enero de 2009, a las 13:23 horas (16:23 UTC), desde las coordenadas geográficas de la piedra Markanhura en la cordillera de Lonquimay, IX Región, Latitud Sur 38.397695 y Longitud Oeste 71.075449, a 2700 metros sobre el nivel del mar, y a unos 18 kilómetros de la frontera con Argentina.
El Sol estaba en azimul 21° 12' y altura 70°. El OVNI, en azimut 340° altura 45°, a una distancia de 450 metros, a unos 240 metros de altura sobre los árboles.
La foto me la tomó a mí y al fondo, allá sobre los árboles, apareció el objeto o fenómeno anómalo.
La siguiente es una infografía más completa con los diferentes datos:


Mi hijo se percató del "furtivo" (como también se le llama en la jerga ufológica) el año 2011, revisando las fotos para publicarlas en un libro. Fue cuando se la envié al CEFAA, institución que me respondió que se trataría de un insecto dados los bordes irregulares y me envió el siguiente link, a un interesante estudio sobre ovnis e insectos:
http://www.caelestia.be/insects.html

sábado, septiembre 20, 2014

EL CASO HALCONES, ¿FENÓMENO ANÓMALO O INSECTO?


El objeto volador no identificado (que eso es exactamente un OVNI), o Fenómeno Anómalo No Identificado (FANI, como se le llama también en el mundo de los investigadores) que se cruzó con unas escuadrillas de Halcones F-5 y F-16 en la base aérea El Bosque de Santiago el 4 de noviembre de 2010, durante el cambio de mando de la FACH cuando asumió el comandante en jefe de la institución, Jorge Rojas Ávila, evolucionando frente a los aviones, continúa "no identificado", aunque los estudios científicos en Chile y Estados Unidos, apuntan a que efectivamente pudo tratarse de algunos insectos volando muy próximos al lente de la cámara. Pero hasta hoy, no hay conclusiones taxativas. (Interesante síntesis de las investigaciones,  por Leslie Kean, en inglés)

 EL CASO HALCONES EN EL CAMBIO DE MANDO

 El caso en cuestión, tuve oportunidad de conocerlo el día jueves primero de septiembre de 2011, durante una reunión con el general (R) Ricardo Bermúdez, a la que fui invitado a raíz de una consulta que le hice sobre un OVNI casualmente fotografiado en la cordillera de Lonquimay, meseta de Moloñehue, el día 27 de enero de 2009, a las 13:23 horas (16:23 UCT) durante mi investigación sobre las comunidades pehuenches del Lof Ngvtrafken, que se concretó en el libro Nvtuyin Taiñ Mapu (Recuperamos nuestra tierra) publicado por la Universidad Católica de Temuco y la Fundación Instituto Indígena del obispado de esa ciudad, con patrocinio de la UNESCO.

En aquella ocasión, la opinión inicial del CEFAA fue que podría haberse tratado de un insecto cruzando frente al lente de la cámara. Era sólo una fotografía, sin otras de contexto en ese momento, aunque el “furtivo” fotografiado (ese es el nombre técnico en la jerga ufológica) es bastante sugerente: una especie de plato grueso con una cúpula y que es coherente con el sol y las sombras del resto de la foto.

Yo hasta pensé en un helicóptero de Carabineros en labores de observación ya que éramos una sospechosa cabalgata de medio centenar de jinetes, la mayoría campesinos pehuenches, y al iniciar la subida nos habíamos cruzado con una patrulla de fronteras (estábamos a unos pocos kilómetros del límite con Argentina). Pero eso lo pensé dos años después, al fijarme en la foto alertado por mi hijo homónimo que fue quien la tomó (quizás ahora es la oportunidad de que Carabineros confirme o desmienta si era una helicóptero, para ir descartando).

Así que entre la posibilidad de un helicóptero y de un insecto, bautizamos al furtivo como el “ovnicóptero” de Moloñehue. Estábamos a 2.700 metros sobre el nivel del mar junto a los petroglifos de la markancura (piedra marcada, en mapudungun) entre cuyas figuras, no deja de ser curioso, hay una parecida a nuestro ovnicóptero.

Sobre el misterioso OVNI del cambio de mando de la FACH había guardado riguroso silencio hasta que se hizo público en  2012, dada una petición de confidencialidad del general (R) Bermúdez, porque el caso todavía estaba en investigación (el CEFAA depende de la Dirección General de Aeronáutica y ésta del ministerio de Defensa). Sin duda me pareció espectacular e intrigante: el OVNI no se ve a simple vista, hay que pasar el video cuadro a cuadro para irlo detectando.

Su velocidad fue calculada por astrónomos asesores del CEFAA en unos diez mil kilómetros por hora, eso equivale a Mach 8, ocho veces la velocidad del sonido. ¿Qué insecto se mueve a Mach 8? Menos decir, ¡qué avión! La velocidad del sonido es Mach 1 (unos 1.225 k/h a 15ºC).

Al regresar de la reunión con el general me metí horas al Youtube y pude rescatar varios videos de esa fecha (o sea tomados por diversas personas) en que el OVNI aparecía si se lo pasaba cuadro a cuadro. A esas velocidades se ha informado del NASA X-43, un avión experimental no tripulado impulsado por un motor scramjet parte del programa Hyper-X de la NASA. Se trata de una serie de aeronaves experimentales llamadas aviones X. Recientemente el NASA X-43 funcionó con éxito a casi Mach 9,8 mientras volaba a 110.000 pies (33.000 metros). Es obvio que en este caso no era un avión a 33.000 metros, sino una aparente esfera metálica que apareció sobre el cerro Chena, se puso frente a la trayectoria de vuelo de los Halcones (que están despegando) y frente a ellos va y viene de Este a Oeste. Y luego repite su hazaña con los F-5 y los F-16… y desaparece, se esfuma, ¿se va?

JUNG: “PROBABLEMENTE PROVIENEN DEL ESPACIO CÓSMICO”

¿Qué máquina construida por la actual tecnología puede hacer cabriolas a Mach 8 sobre un aeropuerto, y cerca de la superficie?

Dejo la pregunta abierta.Ya en 1958, el sabio alemán Carl G. Jung abordó su investigación desde el punto de vista psicológico (Sobre cosas que se ven el cielo) y le fue inevitable salir de su marco teórico que centraba el fenómeno en el ámbito psíquico para exclamar: “Desgraciadamente existen demasiadas razones que no nos permiten eliminar la cuestión de manera tan sencilla. Que yo sepa, se ha establecido mediante muchas observaciones que se percibieron ufos no sólo visualmente sino también en la pantalla del radar (…) Las únicas posibilidades son estas: o proyecciones psíquicas emiten un eco en el radar, o inversamente la aparición de cuerpos reales ha dado motivo a proyecciones mitológicas” (páginas 177-178).

Y agrega: “no sabemos si los ufos son máquinas tripuladas, o una especie de seres vivos que aparecen en nuestra atmósfera y cuya procedencia desconocemos (…) Los movimientos de los objetos revelan una voluntad libre y una actividad psíquica; se les atribuye, por ejemplo, intenciones de eludir o de huir y hasta de agredir”, y, ojo: “Su movimiento de avance… es un movimiento errátil, como el del vuelo de los insectos, y a una velocidad que varía de cero a muchos miles de kilómetros por hora…” Y Jung no ha visto los videos del ovníptero de la base El Bosque.

Para no alargarme más termino con una de sus conclusiones: “Parece, empero, con todas las reservas del caso, que existe una tercera posibilidad: los ufos son apariciones materiales reales, entidades de naturaleza desconocida, que probablemente provienen del espacio cósmico y que quizás eran ya visibles desde mucho tiempo atrás a los habitantes de la Tierra…” (p. 182-183).

Link al caso Halcones en la web del CEFAA

[Lo que publiqué en mi blog del diario La Tercera el 16 de marzo de 2012]